Nos educan con valores inexactos, nos educan diciéndonos que la familia es lo primero y lo más importante.
Y nosotros crecemos entre estas mentiras, y nuestra opinión propia se ve claramente alterada.
Es por eso que cuando la familia no existe nos sentimos perdidos y solos.
No le debemos nada a nadie.
No le debemos nadie a quienes nos dieron la vida si después no nos respetaron.
No le debemos nada a la sangre de nuestra sangre, a menos que quieran sangre de verdad, sangre de campo de batalla.
Y mientras la soledad nos envuelva pensaremos que estamos como antes de nacer.
Solos en un limbo abrupto del que solo nosotros podremos salir. Con ayuda o sin ella.
Relatos para Fabiola
miércoles, 21 de agosto de 2013
jueves, 1 de agosto de 2013
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Arráncame un beso,
haz que sufra de pasión,
envuélveme con tu encanto de fantasma,
de ente prodigioso,
de dios del averno.
Arráncame el alma,
succiónamela,
lámela,
deja que se convierta en mi esencia,
y hazle el amor.
Hazle el amor a mi alma y fóllate a mi cuerpo.
Fóllatelo brutalmente y sin dilación,
el púrpura es mi color,
haz que envuelva partes de mi cuerpo.
Y desahoguémonos,
como bestias desenfrenadas,
amaina mi furia con tu sexo,
llevemos la pasión a donde nadie la ha llevado nunca,
al límite,
y una vez allí lo cruzaremos,
nos follaremos al límite también,
hasta que no exista.
Hasta deshacer su esencia,
su inútil apariencia,
mis ganas de amar.
haz que sufra de pasión,
envuélveme con tu encanto de fantasma,
de ente prodigioso,
de dios del averno.
Arráncame el alma,
succiónamela,
lámela,
deja que se convierta en mi esencia,
y hazle el amor.
Hazle el amor a mi alma y fóllate a mi cuerpo.
Fóllatelo brutalmente y sin dilación,
el púrpura es mi color,
haz que envuelva partes de mi cuerpo.
Y desahoguémonos,
como bestias desenfrenadas,
amaina mi furia con tu sexo,
llevemos la pasión a donde nadie la ha llevado nunca,
al límite,
y una vez allí lo cruzaremos,
nos follaremos al límite también,
hasta que no exista.
Hasta deshacer su esencia,
su inútil apariencia,
mis ganas de amar.
viernes, 26 de julio de 2013
_
Soy el fuego que corre por tus venas,
soy tu lívido, tu excitación.
Soy tu pecado original,
tu talón de Aquiles.
Soy aquella a la que más temes y más deseas.
Soy tu perdición,
tu último aliento.
Tus ganas de amar.
Soy tu llave al infierno,
al cielo de los condenados,
al abismo de tu moral,
de tu conciencia.
Siempre seré tuya,
y nunca lo seré.
Diamantes de sangre envuelven mis latidos,
latidos impenetrables para un ser corriente y vulgar.
Puedes tocarme, sentirme.
Puedes follarme,
puedes pegarme entre gemidos de pasión.
Soy una fusión entre esquizofrenia y psicosis,
demasiado mala para parecer tan buena,
demasiado perfecta en mi imperfección.
Demasiado humana para tan poca humanidad.
Mi mente es un camino tortuoso caracterizado por los entresijos más complicados que hay,
llena de falsos caminos en donde la esperanza pierde su nombre.
En donde no existe la verdad.
En donde lo único cierto es que la locura y el caos lo devoran todo.
En donde lo único cierto es que todo es mentira.
En donde lo único cierto es que siempre seré tuya.
Que siempre seré tuya y que nunca lo seré.
Piel de zorra.
No soy una zorra con piel de cordero,
soy una zorra que se arrancó la piel para hacerse unos zapatos con ella.
Vago por un camino de sombras con mis amores de tacón.
Destrozando vidas y sueños.
Saco a mi loba y lloro su gracia,
pues todos resultarán dañados por ella.
Entes que se sorprenden de mis dogmas de fé,
de pensamientos de dioses ya olvidados,
de fracasos por ambiciones,
quizás,
demasiado altas.
Pero quién quiere ser virgen, amor, pudiendo ser diosa?
Tus desgracias a mi pesar, son música para mis obsoletos oídos,
anclados en canciones ya por muchos olvidadas.
Tus desgracias producen una mueca en mi cara.
Similar a una sonrisa.
Una sonrisa de odio.
Quién soy yo para luchar contra mi, amor,
nací odiando y casi he aprendido a querer,
mas no del todo.
Por eso vago en las sombras, con mis amores de tacón,
sobre mi piel de zorra,
sacando a mi loba,
destruyéndolo todo a mi paso.
soy una zorra que se arrancó la piel para hacerse unos zapatos con ella.
Vago por un camino de sombras con mis amores de tacón.
Destrozando vidas y sueños.
Saco a mi loba y lloro su gracia,
pues todos resultarán dañados por ella.
Entes que se sorprenden de mis dogmas de fé,
de pensamientos de dioses ya olvidados,
de fracasos por ambiciones,
quizás,
demasiado altas.
Pero quién quiere ser virgen, amor, pudiendo ser diosa?
Tus desgracias a mi pesar, son música para mis obsoletos oídos,
anclados en canciones ya por muchos olvidadas.
Tus desgracias producen una mueca en mi cara.
Similar a una sonrisa.
Una sonrisa de odio.
Quién soy yo para luchar contra mi, amor,
nací odiando y casi he aprendido a querer,
mas no del todo.
Por eso vago en las sombras, con mis amores de tacón,
sobre mi piel de zorra,
sacando a mi loba,
destruyéndolo todo a mi paso.
Mi amor frustrado con la vida.
Cuando creí conocerla la amé, la quise hasta decir basta,
pero como otras se aprovechó.
Se aprovechó de mi inocencia,
de mi poca experiencia,
de mis ganas de amor.
La vida fue la primera prostituta a la que quise,
la primera de una larga lista de decepciones,
la primera que me puso condiciones para ser feliz.
Basta.
En serio?
Antes le hacía el amor.
Le hacía el amor suavemente, dejaba que corriese libre por mi cuerpo.
Dejaba que me hiciese suya.
Hasta que esa relación de amor-odio no dio más de sí.
Los tiempos del todo o nada.
Los tiempos del desequilibrio,
del mandato.
Fue ahí cuando un día al azar la agarré.
La agarré con fuerza, mientras la vida chillaba y se retorcía.
No sabría decir quien fue más puta de las dos.
Fui yo.
Me dijo no, pero esa no era la respuesta acertada.
La até a la cama, mientras pedía perdón.
No existe el perdón en un alma negra, susurré,
no existe el perdón para alguien que ha intentado joderme.
Los besos tiernos se transformaron en mordiscos de odio.
Nadie debería hacer enfadar a una pantera con uñas de gata.
Ni siquiera tú, vida.
Querías joderme verdad? Creías conocerme?
Ya sé que antes solo follaba mentes,
pero mi comportamiento ahora es más lascivo, y más demente.
El primer golpe sonó fuerte, pero no tanto como debería.
Al fin y al cabo era mi vida, no quería matarla rápidamente.
Hundí mi dedo en ella, y la encontré sorprendentemente mojada.
Maldita puta, zorra fetichista.
Y perdí el control.
Recuerdo golpes, sangre.
Recuerdo su jugo cayendo por mi boca,
recuerdo pensar en todas las noches que había perdido amándola,
recuerdo pensar lo que me gustaba follármela así,
mientras yacía impotente en la cama,
sin poder atacarme,
sin poder herirme.
Lloraba y pedía clemencia,
ay vida... recuerdas cuantas veces la pedía yo mientras te reías?
Recuerdo escupirle, y seguir follándomela.
Follándomela sin control.
Y solo al final, cuando yo estaba exhausta, la desaté,
pero no sin antes sorber su alma,
dejándola completamente desnuda e indefensa,
dejándola a mi absoluta merced.
Por eso mi vida ya no me posee.
No desde esa noche en la que la violé.
No desde esa noche en la que yo tomé las riendas.
No desde esa noche en la que le demostré que era mía.
pero como otras se aprovechó.
Se aprovechó de mi inocencia,
de mi poca experiencia,
de mis ganas de amor.
La vida fue la primera prostituta a la que quise,
la primera de una larga lista de decepciones,
la primera que me puso condiciones para ser feliz.
Basta.
En serio?
Antes le hacía el amor.
Le hacía el amor suavemente, dejaba que corriese libre por mi cuerpo.
Dejaba que me hiciese suya.
Hasta que esa relación de amor-odio no dio más de sí.
Los tiempos del todo o nada.
Los tiempos del desequilibrio,
del mandato.
Fue ahí cuando un día al azar la agarré.
La agarré con fuerza, mientras la vida chillaba y se retorcía.
No sabría decir quien fue más puta de las dos.
Fui yo.
Me dijo no, pero esa no era la respuesta acertada.
La até a la cama, mientras pedía perdón.
No existe el perdón en un alma negra, susurré,
no existe el perdón para alguien que ha intentado joderme.
Los besos tiernos se transformaron en mordiscos de odio.
Nadie debería hacer enfadar a una pantera con uñas de gata.
Ni siquiera tú, vida.
Querías joderme verdad? Creías conocerme?
Ya sé que antes solo follaba mentes,
pero mi comportamiento ahora es más lascivo, y más demente.
El primer golpe sonó fuerte, pero no tanto como debería.
Al fin y al cabo era mi vida, no quería matarla rápidamente.
Hundí mi dedo en ella, y la encontré sorprendentemente mojada.
Maldita puta, zorra fetichista.
Y perdí el control.
Recuerdo golpes, sangre.
Recuerdo su jugo cayendo por mi boca,
recuerdo pensar en todas las noches que había perdido amándola,
recuerdo pensar lo que me gustaba follármela así,
mientras yacía impotente en la cama,
sin poder atacarme,
sin poder herirme.
Lloraba y pedía clemencia,
ay vida... recuerdas cuantas veces la pedía yo mientras te reías?
Recuerdo escupirle, y seguir follándomela.
Follándomela sin control.
Y solo al final, cuando yo estaba exhausta, la desaté,
pero no sin antes sorber su alma,
dejándola completamente desnuda e indefensa,
dejándola a mi absoluta merced.
Por eso mi vida ya no me posee.
No desde esa noche en la que la violé.
No desde esa noche en la que yo tomé las riendas.
No desde esa noche en la que le demostré que era mía.
_
Sentarte en un sofá de mierda a ver la vida pasar.
Tantear el terreno, mientras lo único que haces es encenderte un cigarro detrás de otro,
anhelando ser uno de ellos para poder consumirte igual.
Tengo tanta mierda dentro que necesito repartirla entre varias personas.
Necesito darle solo un poco de mierda a cada uno, para que no huela excesivamente mal.
Y así no huyan.
Todos huyen.
Querer emborracharte y contarle todas tus penas a un desconocido al que jamás volverás a ver,
y con el que tendrás una complicidad absoluta en ese momento.
Y será tu mejor amigo un instante, un segundo, unas horas.
Respirar profundo, hacerte daño para notar que sigues vivo,
volverte loco para notar que todavía no has muerto.
Maldita vida que nos exige permanecer ahí,
malditos seres queridos, bastardos infieles que no dejáis que muera en paz,
sin sentir la mala conciencia de infringiros un daño.
Malditos todos, maldita familia, maldita existencia inverosímil.
Maldito malestar continuo, maldita sea.
El odio hace mucho que desapareció para dejar paso a la indiferencia,
la peor de todas las sensaciones.
Y aquí sigo, vivo.
Vivo porque mis órganos funcionan, al igual que mi mente.
Pero por dentro llevo tantos años muerto que apenas reconozco la viva imagen de la felicidad,
de la sonrisa del que te quiere, del abrazo sentido.
De la confianza.
Camino solitario echando un ojo de vez en cuando a mi sombra,
con miedo a que huya y me apuñale por la espalda cuando el sol le es favorable,
con miedo a perder lo único que sé que siempre me acompañará.
Algún día huirá como todos?
Perderé la imagen al verme en un espejo, o el reflejo de los charcos de agua?
Perderé el brillo de los ojos, o la expresión de mi triste cara?
Poco a poco me arrebatas todo vida injusta.
Todo.
Poco a poco soy consciente de que lo que ahora veo es lo que ahora tengo.
Y sólo me veo a mi,
a mi taciturno ser, caminando por una calle demasiado angosta para su cuerpo.
Notando la opresión en cada paso que da.
Ve la luz al final, pero cuanto más anda menos ganas tiene de llegar a ella.
Menos ganas de luchar,
muchas ganas de rendirse.
Y cuando lo haga descansará en paz.
En esa paz que ningún ser humano encuentra hasta que muere completamente.
_
-Explícame la situación.
-Estoy harta de todas las zorras que me comen el coño y que escupen a mi espalda después.
-Eh...
-No joder, no interrumpas, estoy harta de intentar hablar y que me salga un jodido vómito de mierda sabes?
Harta de callarme putas verdades que me encantaría clavar como cuchillos, hundiéndolos lentamente hasta joderlas vivas a todas.
Harta de la puta hipocresía, y del puto mundo en general.
-No se, cada uno es libre de hacer lo que quiere.
-Claro que si joder! si yo no digo que no, pero todo se rige por unas normas verdad?
Lo que se dice "normas de los humanos" o algo así, no puedo ponerle un puto nombre porque no lo tiene, ni siquiera están escritas, pero todos sabemos que existen.
Todos sabemos que mentir está mal, y faltar al puto respeto, pero joder, porqué cojones hay peña que no lo entiende?
-Cada uno es un mundo.
-No puedes dejar tu puta demagogia a un lado?? CÁLLATE HOSTIAS Y ESCÚCHAME.
Son normas de conducta tío! No puedes ir por ahí tocándole la polla a la gente, sabes porqué??
-Por qué?
-Porque al final acabarán cortándote los huevos.
Tengo ganas de chillar cabronazo, y cuando empiece, maldita sea, va a enterarse todo dios de la puta mierda que tengo guardada en la cabeza, y entonces sabes qué? esta puta basura se acabará.
Y créeme, que cada uno se lamentará de haber hecho que explotase.
Vaya si lo harán.
-Estoy harta de todas las zorras que me comen el coño y que escupen a mi espalda después.
-Eh...
-No joder, no interrumpas, estoy harta de intentar hablar y que me salga un jodido vómito de mierda sabes?
Harta de callarme putas verdades que me encantaría clavar como cuchillos, hundiéndolos lentamente hasta joderlas vivas a todas.
Harta de la puta hipocresía, y del puto mundo en general.
-No se, cada uno es libre de hacer lo que quiere.
-Claro que si joder! si yo no digo que no, pero todo se rige por unas normas verdad?
Lo que se dice "normas de los humanos" o algo así, no puedo ponerle un puto nombre porque no lo tiene, ni siquiera están escritas, pero todos sabemos que existen.
Todos sabemos que mentir está mal, y faltar al puto respeto, pero joder, porqué cojones hay peña que no lo entiende?
-Cada uno es un mundo.
-No puedes dejar tu puta demagogia a un lado?? CÁLLATE HOSTIAS Y ESCÚCHAME.
Son normas de conducta tío! No puedes ir por ahí tocándole la polla a la gente, sabes porqué??
-Por qué?
-Porque al final acabarán cortándote los huevos.
Tengo ganas de chillar cabronazo, y cuando empiece, maldita sea, va a enterarse todo dios de la puta mierda que tengo guardada en la cabeza, y entonces sabes qué? esta puta basura se acabará.
Y créeme, que cada uno se lamentará de haber hecho que explotase.
Vaya si lo harán.
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