viernes, 26 de julio de 2013

Consumida.

La seguridad mengua y la inquietud está a flor de piel.
No somos muñecos, pero sí lo parecemos.
Incluso a veces actuamos como tal.
Mi confianza en la gente cada vez es menor, aunque no sea ese mi deseo.
Los puñales vuelan, y esto amigos, empieza a semejarse al puto lejano Oeste.
Intento mantener la calma en mi mundo, pero no resulta lo que quiero.
Minucias que ahora me estresan, en otra época me encantaron,
mas no sé, no sé si soy yo la culpable.
He cambiado lo sé, no existe ni la sombra de lo que era,
mi interior ha cambiado y yo he cambiado.
Me tomo la ley por mi mano, joder,
me he disfrazado de Némesis y eso ya no creo que pueda cambiarlo.
El disfraz de ha pegado a mi piel, y mientras agito esa espada con la mano derecha,
la balanza de la izquierda queda sumida en el más profundo de los olvidos.
Eso es justicia de tiranos.
Eso soy yo.

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