Todo me lo quitan, menos mis escritos.
La sangre de mis venas apenas corre ya,
moriré pronto, lo aviso.
Lo aviso pero no lo sé,
ya que desconozco cuando será el día,
la presiento, sé que me sigue,
y que me quiere,
pero no sé cuando llegará el momento.
Soy una sombra de la noche,
un espíritu libre,
soy el águila cazadora,
y también el ratón cazado.
Cuando la muerte nos llega, nada nos queda.
Nada prevalece.
Pero sin duda mis palabras a alguien llegarán,
y permaneceré viva en su recuerdo.
Para siempre jamás.
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